Antes de saber cómo se tomará una fotografía, con qué película, qué profundidad de campo y demás debe decidirse qué queremos fotografiar. Aquí aparecen una serie de decisiones a tomar:
Tema: elegir un tema o idea principal permite coordinar cada detalle hacia un mismo objetivo, expresar
una idea. Antes de tomar la foto debemos conseguir objetos, personas, paisaje que fotografiar y decidir que características fotográficas tendrán estos.
Colores: sobre los colores hay mucho que pensar. Formar gamas, contrastes, complementos. Pensar en saturaciones, valores, tintes. Decidir que se quiere expresar para utilizar el color en nuestro beneficio. Por ejemplo los colores brillantes y saturados son muy útiles en temas infantiles, al contrario de los desaturados y oscuros. Además los colores trasmiten sensaciones de temperaturas ya sean frías (Azules, violetas o grises) o cálidas (rojos, naranjas o amarillos).
Texturas :las texturas son las irregularidades en el color de un objeto. Pueden ser físicas (relieves de una superficie) u visuales (simples estampados). Siempre agregan complejidad a una escena. Para lograr realzar una textura un buen método es ubicar la luz en un ángulo de 45º respecto a la misma.